Una de las averías más frecuentes en calefacción es cuando la caldera pierde agua. A veces se trata de un simple goteo, otras veces de una fuga continua que afecta a la presión y al rendimiento. En cualquier caso, no debes ignorarlo. El agua que se pierde es un síntoma de que algo no va bien.
En este artículo veremos por qué una caldera pierde agua, cuáles son las causas más habituales y qué puedes revisar en casa. También explicaremos cuándo conviene llamar a un servicio técnico especializado y qué medidas preventivas ayudan a evitar el problema en el futuro.
¿Es normal que una caldera pierda agua?
No, una caldera no debería perder agua. El sistema está diseñado para mantener la presión estable y evitar fugas. Sin embargo, hay excepciones.
En algunos casos, la caldera pierde agua de manera controlada a través de la válvula de seguridad. Esto ocurre cuando la presión sube demasiado y el sistema expulsa agua para protegerse. Es un mecanismo de defensa puntual, pero si se repite con frecuencia, indica un fallo.
Si la fuga es constante, no es normal. Una caldera que gotea de forma continua necesita revisión. El agua puede dañar los componentes eléctricos, reducir la eficiencia y acortar la vida útil del aparato.
Causas más comunes cuando una caldera pierde agua
Existen varias razones por las que una caldera pierde agua. Algunas son simples de comprobar, otras requieren la intervención de un técnico. Vamos a verlas una por una.
1 Válvula de seguridad defectuosa o activada
La válvula de seguridad protege al sistema cuando la presión supera los valores recomendados. Lo normal es que la caldera trabaje entre 1 y 1,5 bar. Si la presión sube por encima de los 3 bar, la válvula se abre y expulsa agua.
Si la válvula funciona bien, la expulsión es puntual. Pero si se activa a menudo o está dañada, verás que la caldera pierde agua incluso con la presión correcta. En ese caso, será necesario sustituir la válvula.
2 Vaso de expansión dañado o mal calibrado
El vaso de expansión es un depósito que absorbe las variaciones de presión en el circuito. Cuando se estropea, ya no puede cumplir su función. El resultado es que la presión sube y la válvula expulsa agua constantemente.
Un síntoma claro es que el manómetro oscila demasiado: sube en caliente y baja en frío. Si observas este comportamiento y además la caldera pierde agua, es probable que el vaso necesite reparación o sustitución.
3 Presión demasiado alta o demasiado baja
Otro motivo habitual por el que una caldera pierde agua es la presión incorrecta.
- Presión baja (<1 bar): el circuito no tiene suficiente agua. Puede deberse a una fuga interna. El equipo pierde eficiencia y se apaga.
- Presión alta (>2,5 bar): el exceso provoca que la válvula de seguridad expulse agua.
En ambos casos, el goteo es un aviso de que el sistema no está equilibrado. Ajustar la presión puede solucionar el problema de forma temporal, pero conviene revisar la causa real.
4 Purga de aire en radiadores
Cuando purgas un radiador, eliminas aire atrapado en el circuito. Ese aire afecta a la presión y puede provocar que la caldera pierda agua para compensar.
Es normal que tras una purga puntual el nivel baje y haya que reponer agua. El problema aparece si la presión sigue cayendo sin explicación.
5 Fugas en llaves, juntas o tuberías
Las pequeñas fugas en conexiones, juntas o tuberías son una causa frecuente de que la caldera pierde agua. A veces se manifiestan con un charco bajo el aparato, otras con simples gotas que pasan desapercibidas.
Si notas humedad en la zona o marcas de cal, revisa bien todas las uniones. Una junta en mal estado o una llave defectuosa pueden ser la raíz del problema.
6 Fallo en el intercambiador de calor
El intercambiador es la pieza que transfiere el calor del circuito primario al agua sanitaria. Si se agrieta, la caldera pierde agua hacia el interior. Detectar esta avería no siempre es fácil, pero suele ir acompañada de pérdida de presión continua y goteo en la parte baja del aparato.
Este tipo de fallo requiere intervención técnica y, en muchos casos, la sustitución del intercambiador.
Qué revisar en casa antes de llamar al técnico
Si tu caldera pierde agua, hay algunas comprobaciones básicas que puedes hacer tú mismo de manera segura:
- Revisa el manómetro. Comprueba la presión. Lo ideal es que esté entre 1 y 1,5 bar.
- Mira la válvula de seguridad. Si ves gotas saliendo, puede estar activada o dañada.
- Comprueba la llave de llenado. Si no está cerrada del todo, el agua puede entrar y subir la presión.
- Purgar un radiador. Si has notado aire en los radiadores, una purga puede estabilizar el sistema.
- Busca fugas externas. Examina juntas, tuberías y el suelo bajo la caldera.
Importante: nunca intentes desmontar piezas internas, manipular el vaso de expansión ni tocar el intercambiador. Son elementos que requieren conocimientos técnicos.
Cuándo contactar con un servicio especializado
Si tu caldera pierde agua y tras las comprobaciones básicas no has encontrado la causa, es momento de contactar con un técnico. No todos los fallos son fáciles de detectar y manipular la caldera sin experiencia puede ser peligroso.
Debes llamar a un servicio especializado en estos casos:
- La presión baja continuamente aunque rellenes el circuito.
- El vaso de expansión está dañado o pierde aire.
- El intercambiador de calor presenta fugas internas.
- La válvula de seguridad expulsa agua incluso con la presión correcta.
- Encuentras agua dentro del aparato, en zonas eléctricas.
En estas situaciones, un técnico diagnosticará el origen del problema y reparará o sustituirá las piezas necesarias.
Si tu caldera pierde agua de manera constante, no esperes. Puedes contactar con nuestro servicio técnico especializado en Madrid o en tu lugar de residencia para una revisión rápida y segura.
Cómo evitar que la caldera pierda agua en el futuro
Muchas fugas se pueden prevenir con un mantenimiento adecuado. Si tu caldera pierde agua con frecuencia, tal vez se deba a la falta de revisiones periódicas. Aquí tienes algunos consejos prácticos:
- Haz una revisión anual. Un técnico puede detectar fallos en el vaso de expansión, juntas o válvulas antes de que provoquen fugas.
- Controla la presión. Revisa el manómetro de vez en cuando. Si baja o sube demasiado, actúa pronto.
- Purga los radiadores. Hazlo al inicio de la temporada de calefacción para evitar acumulación de aire.
- Protege el circuito. No fuerces la presión llenando en exceso ni dejes la llave de llenado abierta.
- Atiende a las señales. Pequeños goteos o charcos son avisos tempranos.
Con estos hábitos, evitarás que la caldera pierda agua por descuidos y alargarás su vida útil.
Tabla resumen: causas, síntomas y soluciones
Causa | Síntoma | Solución recomendada |
---|---|---|
Válvula de seguridad | Agua expulsada al subir presión | Revisar presión, sustituir si falla |
Vaso de expansión | Goteo constante, presión inestable | Reparar o cambiar el vaso |
Presión baja | Agua caliente no llega a radiadores | Añadir agua con la llave de llenado |
Presión alta | Rebose por válvula, subidas bruscas | Purgar radiadores, revisar circuito |
Fugas en juntas o tuberías | Charcos visibles, humedad en uniones | Sustituir piezas dañadas |
Intercambiador de calor | Pérdida interna, caída continua de presión | Reparación técnica especializada |
Esta tabla resume los motivos más frecuentes por los que una caldera pierde agua, los síntomas asociados y las soluciones recomendadas.
Conclusión: qué hacer si tu caldera pierde agua
Cuando una caldera pierde agua, siempre hay una razón detrás. Puede ser un fallo puntual, como una purga o una válvula activada, o un problema serio en el vaso de expansión o el intercambiador.
Antes de llamar a un técnico, revisa lo básico: presión, válvula, radiadores y posibles fugas externas. Muchas veces, estas simples comprobaciones te darán una pista clara.
Si el problema persiste, lo más seguro es contactar con un profesional. Un técnico especializado podrá identificar el origen de la fuga y aplicar la reparación adecuada.
Recuerda que una caldera pierde agua no solo cuando hay un fallo, también puede avisarte de que necesita mantenimiento. Con revisiones anuales, control de la presión y purgas periódicas, evitarás la mayoría de las incidencias.
Si tu caldera sigue goteando o no consigues estabilizar la presión, no lo dudes: pide ayuda a nuestro servicio técnico en Madrid y disfruta de la tranquilidad de tener un equipo seguro y eficiente.